Desobediencia

Los niños se rigen por el principio de placer, si pueden jugar y hacer lo que quieran no hay problema, pero claro, eso no es muy realista en nuestras vidas.
Como padres tenéis que poner normas, horarios, tareas, obligaciones académicas, etc.
Y en general, a los niños les cuesta obedecer.
Si la desobediencia es lo normal en tu casa, seguramente el día a día es muy difícil, por no decir infernal.
Hay que estar atento a, si alguna vez, su desobediencia tiene efectos positivos, por ejemplo: le decís que ponga la mesa, no la pone porque está viendo los dibujos y la acabáis poniendo vosotros y no pasa nada. Así, la idea que le queda es que, si no obedece, no pasa nada grave. De hecho, para el niño pasa algo bueno: que está más rato viendo la televisión o jugando. Mañana volverá a hacer lo mismo. Sin querer, le habéis enseñado justo lo contrario de lo que pretendíais.
Te ayudaremos a conseguir la obediencia desde el respeto mutuo y el amor, no desde la imposición dictatorial.